Toda piel necesita una rutina de skincare efectiva que la ayude a lucir y estar más limpia, hidratada y saludable. Tomando en cuenta que la piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, merece toda nuestra atención y cuidado. Esta nos protege de agentes externos y de los temibles rayos solares que la desgastan y maltratan. La piel del rostro es especialmente más delicada y sensible que la del resto del cuerpo, por tal motivo, requiere de cuidados especiales. Continúa con nosotros y descubre los aspectos básicos para mantener el rostro fresco y radiante.
Antes de continuar es importante que aprendas a identificar cuál es el tipo de piel que tienes. Esto te permitirá definir mucho mejor el tratamiento y cuidado que tendrás con ella, en vista de que la piel del rostro es sumamente sutil. Por lo tanto, algún producto o técnica que no sea adecuada para el tipo de piel específica, podría desencadenar una serie de efectos adversos. Esto traería consigo daños de forma transitoria o permanente, presta atención antes de proceder.
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¿Cómo podemos mantener una rutina de skincare efectiva?
A pesar de que cada persona posee un rostro único e irrepetible, las pieles suelen tener características en común. Esto permite agruparlas en distintas categorías como piel mixta, grasa o seca. Saber cuál piel poseemos nos ayudará a elegir el tratamiento perfecto. A continuación, te dejamos con los distintos métodos que puedes usar en casa, como las mascarillas faciales u otro que se adapte de acuerdo a tus necesidades.
Piel mixta (la más común)
Se considera mixta porque combina dos tipos de piel, la seca y la grasa en un mismo rostro. Esto le da un aspecto identificable y característico, la llamada “zona T”. Esta zona es la frente, cejas, nariz y mentón, las cuales tienen presencia de grasa. Mientras que el resto del rostro es seco.
Poseer este tipo de piel requiere de cuidados especiales, no debes dejar fuera las lociones hidratantes, y las exfoliaciones deben ser moderadas. Estas rutinas pueden aplicarse dos veces al día o solo una vez, dependiendo de tu tiempo y necesidades. Sigue los siguientes pasos:
Limpieza facial
Si te estás preguntando: ¿cómo podemos mantener nuestra piel limpia e hidratada en casa? La respuesta puede ser más sencilla de lo que pensabas. La limpieza no significa tratar tu piel de forma agresiva, esto podría ser contraproducente. Limpieza profunda no es sinónimo de maltrato, basta con un jabón o loción jabonosa neutra o con un pH equilibrado o bajo. Lo más recomendable para este tipo de cutis es limpiarlo al menos dos veces al día. Primero en la mañana al levantarse y segundo en la noche antes de ir a la cama.
Exfoliación suave
La exfoliación es uno de los pasos más importantes para eliminar las células muertas de la piel y renovar las existentes. Aunque hay que tener cuidado con no caer en excesos, la exfoliación es un proceso agresivo que puede dañar la piel. Tanto si se aplica muy fuerte o si se aplica con mucha frecuencia. La recomendación es realizar de una a tres veces por semana, pero con dos veces es suficiente en la mayoría de los casos.
Aplicación de los tónicos o sérums
Este tipo de productos están diseñados para nutrir y preparar tu piel para los tratamientos que se van a aplicar. La mayoría de los sérums incluyen ingredientes naturales que relajan, hidratan y tonifican la piel. Muchos tienen además otros tipos de funciones o beneficios como aliviar el enrojecimiento, la inflamación o combatir hongos.
Protege el contorno de los ojos
La piel que esté alrededor de los ojos es una de las zonas más sensibles y delicadas del rostro. Por tal motivo, requiere cuidados especiales, aplica una crema especial para esta zona y de este modo quedará nutrida y protegida. Solo un poco de la fórmula es suficiente para que la piel la absorba. ¡No olvides este paso!
Hidratación profunda
Este es uno de los pasos imprescindibles en toda rutina facial, la hidratación es el ingrediente secreto para una piel juvenil, fresca y radiante. Aplicar estos productos en pieles mixtas requiere que hagas especial énfasis en las zonas secas de la piel y no tanto en la zona T. Procura usar una crema hidratante ligera y con una concentración de aceites moderada. Puedes aplicarla sin problema dos veces al día para mayores beneficios.
Protégete contra el sol
Los rayos ultravioletas pueden causar muchos daños en la piel, desde manchas solares hasta cáncer cutáneo. Por tal motivo, es indispensable que este dentro de la rutina diaria de cuidado facial el uso del protector solar. Aunque los rayos del sol no entren directamente en nuestros hogares, usar protector solar en casa es importante, ya que pueden atravesar las ventanas. De igual manera, la luz emanada por algunos dispositivos móviles también ha demostrado causar daños en la piel cuando se expone por tiempos prolongados.
Piel seca
Para este tipo de piel la rutina anterior no varía mucho. Hay que tener en cuenta que, al ser una piel sin grasa, algunos tratamientos quedan fuera, como la exfoliación. Por el contrario, se hace más hincapié en el tónico, serums, e hidratante. De esta manera, la piel recibe más de aquello que necesita y se evitan las resequedades y grietas características de este tipo de piel. Las mascarillas caseras también resultan muy útiles para combatir algunos de los síntomas más comunes.
Piel grasa
Quizás muchos pasamos por esta etapa en la adolescencia con la aparición del desagradable acné. Sin embargo, muchas personas luego de superar esa etapa de crecimiento, aún persiste la piel grasa en la etapa adulta. De igual manera, la rutina diseñada para pieles mixtas puede servir también para este tipo de piel. La variación puede encontrarse en los productos que uses, por ejemplo, las cremas hidratantes deben ser mucho más ligeras y los exfoliantes pueden ser un poco más fuertes.
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