El Triciclo, la Escuela Inicial del Gran Ciclista<span class="wtr-time-wrap after-title"><span class="wtr-time-number">4</span> min de lectura</span>

Todos necesitamos un aprendizaje. Hasta los mayores científicos pasaron primero por una educación básica. En el caso de un ciclista, este conocimiento empieza en lo que sería su jardín de infancia, escuela inicial o kínder: el triciclo. Una excelente opción de regalo en esta Navidad.

Enseñarles a tus hijos a montar bicicleta y que más adelante se conviertan en experimentados ciclistas debe ser una de las aspiraciones más grandes para los papás. Es el proceso en el cual tu pequeño obtendrá su primera noción de libertad, experimentará la autonomía y adquirirá confianza en sí mismo. Pero vamos paso a paso.

Cuando todavía son muy pequeños, la primera experiencia sobre ruedas debería de ser sobre un vehículo que les permita sentarse y a la vez apoyar ambos pies en el piso, además de contar con un timón o manubrio. El triciclo es el primer paso para experimentar la sensación de rodar, a la par que aprenden a controlar la dirección con las manos.

Entonces, primero lo ideal es contar con un triciclo, un boogie o un scooter con asiento. Cualquiera de estos vehículos es ideal para empezar. Encuentra en nuestro catálogo el que mejor se ajuste a tus requerimientos. Hay algunos modelos que cuentan con un manubrio guía, para mayor seguridad. Es una especie de bastón que se sujeta a la parte trasera del vehículo y que nos permite controlar su movimiento.

Cómo enseñar a montar bicicleta

Para aprender a montar bici de manera autónoma es importante que el proceso de aprendizaje se haga absolutamente como un juego, una diversión. Si los regañamos o los presionamos, probablemente conseguiremos lo contrario de lo que queremos lograr. Hay quienes sostienen que las caídas son parte de este aprendizaje, y eso nos produce un gran temor. Pero no es del todo cierto. Una caída es algo probable, sí. Pero hay maneras de evitarlas o reducir el riesgo y que no sean graves.

Más que un método para enseñarle a tu hijo a montar bicicleta, lo que te ofrecemos es una serie de consejos que hemos recogido de personas expertas. Los hemos dividido en cuatro pasos para una mejor explicación.

Paso 1. El inicio

El inicio o el kínder, como ya lo nombramos. En esta etapa de lo que se trata es que nuestro futuro ciclista domine el manejo del timón. Un triciclo (que puede ser sin pedales) le permitirá sentarse de forma estable y apoyar ambos pies en el piso. Puede impulsarse con las piernas para desplazar el vehículo.

Acompañarlo con tu propia bicicleta puede ser fundamental en esta etapa, en especial para dar el salto al siguiente paso. Pero lo más importante, como mencionamos antes, es que domine la conducción del timón y que se habitúe a su propio vehículo.

Paso 2. A dos ruedas

Esta etapa es crucial. El niño ya debería de haber alcanzado el tamaño suficiente y, sobre todo, tener las ganas de montar una bici. Con su primera bicicleta recibirá el mensaje de que ya es capaz de conducir su propio vehículo, empezará a sentir confianza en sí mismo. Y tú estarás formando una persona sana y saludable.

La primera bicicleta debe cumplir con el mismo concepto del vehículo inicial. Es decir, que pueda apoyarse con ambos pies estando sentado. El asiento debes bajarlo lo más que sea posible. Es mejor una bicicleta sin pedales o, en caso contrario, puedes quitárselos de manera temporal. Aquí encontrarás las mejores marcas de bicicletas, en todos los modelos y para todas las edades.

Lo importante en esta etapa es que se familiarice con su bici, que pueda desplazarse impulsándose con los pies, incluso caminando. El hecho de poder apoyar ambos pies reduce el riesgo de caídas. No es aconsejable el uso de las rueditas auxiliares o estabilizadoras; es mejor descartarlas desde el principio. Pero es una opción si te preocupa mucho su seguridad.

Paso 3. Equilibrio

Lo que sigue es tal vez la parte medular. Una vez que se puede desplazar impulsándose con los pies, deberá levantarlos y sostenerse en equilibrio. Puede recoger las piernas y apoyarlas en el marco de la bici. Para su mayor seguridad, hay modelos que cuentan con bastón guiador. O puedes usar un cinturón o una cuerda corta, pasándolo por debajo de sus axilas y sosteniendo tú el otro extremo. Serás su seguridad.

También puedes apoyarlo acompañando su desplazamiento y corrigiendo cualquier falta de equilibrio. Estarás allí para evitar la caída. Lo aconsejable es mantenerse cerca del pequeño. No es recomendable coger la bici del manubrio o del asiento. Hay que sostener a la persona, no al vehículo. Síguelo a corta distancia durante su movimiento. Pon tus manos en su espalda o su en cintura, y mantente alerta, listo para revertir cualquier desequilibrio.

Paso 4. ¡Libertad!

Una vez dominado el equilibrio, devuelve los pedales a la bicicleta. Verás que cada uno de estos pasos se va a ir dando de manera fluida. Casi sin darle indicaciones, tu hijo irá desarrollando cada uno de estos pasos de forma natural. Los papás están de apoyo más que de instructores.

Ya con el pedaleo y el dominio del equilibrio, lo demás será dejarlo experimentar la autonomía y la sensación de libertad que produce montar una bicicleta. Si tu hijo inició su aprendizaje usando ruedas estabilizadoras, este es el momento de empezar a “desaprender”, proceso que también lleva su tiempo.

Seguridad ante todo

Es recomendable que desde el triciclo tu niño se habitúe al uso de implementos de seguridad: casco, guantes, rodilleras y coderas. Tú también deberías usarlos, a manera de ejemplo. Como ya dijimos, una caída podría ser inevitable, pero si contamos con equipo de seguridad, esta se hará mucho más leve. Revisa nuestra web: tenemos una gran variedad de accesorios de las mejores marcas.

Confianza en sí mismo, seguridad, autonomía, libertad, y que termine convirtiéndose en un gran ciclista de ruta o en un experimentado biker. Sí, claro. Está bien. Pero poco a poco. Empieza por regalarle en esta Navidad un triciclo. En Ripley tenemos el que necesitas. Es el inicio para la realización de sus sueños.